La colonia de El Viso tiene su origen en la promoción de viviendas higiénicas de la Propiedad Cooperativa Madrileña de casas baratas y económicas, diseñada en 1926 por el arquitecto Enrique Pfitz.
La edificación se encuentra catalogada con nivel II de protección en grado volumétrico, y ha de modificarse de acuerdo a lo establecido por el modelo propuesto en la normativa. Las edificaciones originales contaban con dos plantas y se permite la introducción de una planta sótano e incrementar la altura de coronación para acoger una planta bajo cubierta.
Cuando los clientes compraron la vivienda, ésta estaba fuera de ordenación. No se respetaba el retranqueo y el jardín estaba ocupado en su totalidad. Se había modificado la rasante natural del terreno y la planta bajo cubierta no respetaba los parámetros urbanísticos ni la cubierta a tres aguas.
Los clientes nos transmitieron su preocupación por recuperar la legalidad urbanística y restaurar respetuosamente la vivienda recuperando el proyecto original tanto como fuera posible.
Con respecto al programa, los requerimientos fueron los siguientes: necesitaban cuatro dormitorios con sus respectivos cuartos de baño, salón, comedor y cocina.
Lo primero que llevamos a
cabo fue la demolición de las zonas ilegales y la estabilización
estructural. Se reforzó la cimentación por tramos y se bajó el nivel del
sótano para conseguir la altura exigida por la normativa. Desde este
momento seguimos la lógica constructiva inversa, es decir, empezar la
casa por el tejado. Se reconstruyó la cubierta según el modelo
establecido y se fueron construyendo el resto de forjados.
La
cubierta es de estructura metálica, con panel sandwich de poliestireno y
madera y revestida exteriormente con teja árabe para conservar su
aspecto inicial. Los forjados, sin apoyos intermedios, de estructura
mixta de acero y hormigón con conectores y chapa colaborante.
Lo siguiente fue la escalera. Originalmente, al estar ubicada en el centro de la vivienda generaba espacios pequeños y segmentados. Es por ello que decidimos combinar tramos curvos y rectos y adosarla a una de las fachadas. Esto nos permitió reducir sus dimensiones y no segmentar el espacio de cada planta.
Al tratarse de una caja con planta cuadrada y no poder actuar en la fachada por su nivel de protección, decidimos jugar a meter movimiento con las curvas en el interior de la vivienda.
En la planta semisótano dispusimos dos dormitorios idénticos con baños semiabiertos. La única diferencia entre ellos son los patios ingleses para adaptarse a la normativa. Aquellos que dan a la parte trasera del jardín pueden tener forma cúbica, mientras que los que dan al jardín delantero y lateral no pueden tener la parte inferior horizontal y por eso adquieren la característica forma de tronera. Gracias al uso de mármol blanco en el recubrimiento de los patios ingleses, conseguimos meter mucha más luz a estas estancias con el reflejo que genera. El aseo, y la escalera con un distribuidor mínimo ocupan el resto de la planta.
A la vivienda se accede a través de unas escaleras exteriores que dan paso a un único espacio en el que se desarrollan cocina, comedor y salón. Los armarios y neveras se adosan a la pared medianera mientras que la isla y la mesa de comedor, exentas, permiten el movimiento a su alrededor. Elegimos el acero pulido con efecto espejo para que estos elementos pasasen desapercibidos en la planta. El resto del espacio está ocupado por los sofás que configuran el salón. Se trata por tanto de un espacio diáfano con ventanas a la calle, al jardín trasero y al jardín medianero.
En la planta primera nos permitimos el lujo de dedicarla exclusivamente al dormitorio principal. Los armarios se adosan a la fachada medianera y la escalera, de forma circular se ubica en la fachada opuesta. A sus lados se generan dos espacios diferenciados pero conectados con el espacio central, el cuarto de baño y la zona de cama. En el espacio central, con vistas a la calle y al jardín posterior se encuentra el cuarto de estar, la bañera y la zona de lavabos y encimera.
En planta bajo cubierta situamos un cuarto de estar que da acceso a un dormitorio y a un cuarto de baño.
Interiormente, juega un papel fundamental la madera de roble que utilizamos para suelos, zócales, armarios, muebles y mesas. En general, la carpintería se trató con mucho cariño y cada estancia se distingue por su mobiliario a medida. Por otro lado, el otro material fundamental es el mármol de Carrara que utilizamos en los cuartos de baño para suelos, paredes, encimeras, lavabos y bañera.
En el exterior el material dominante es el revoco blanco característico de la zona, aunque lo más significativo son las contraventanas y las barandillas, vallas y jardineras que, aunque siguen lo propuesto por la normativa, suponen una reinterpretación contemporánea del modelo original.
Los patios ingleses revestidos con mármol de Carrara, y la intervención paisajística de Benavides Laperche completan la intervención en la vivienda.