¡Bienvenidos a la segunda entrega de nuestra nueva serie de entrevistas a fotógrafos de arquitectura! En cada entrada, nos sumergiremos en el fascinante mundo de aquellos que, a través de su lente, capturan la esencia de los espacios que habitamos y admiramos. Conoceremos sus trayectorias, técnicas, y la forma en que combinan arte y técnica para transmitir la grandeza y sutileza de la arquitectura.
Para continuar con esta serie, entrevistamos a Alberto Amores, un arquitecto que se pasó a la fotografía y que, con solo 7 años de trayectoria, ha logrado posicionarse entre los fotógrafos de arquitectura más destacados del país. Os lo presentamos más de cerca, cara a cara ¡Esperamos que disfruten de esta conversación y nos acompañen en las próximas entrevistas!
1.- ¿Quién es Alberto Amores y cómo ha llegado a ser fotógrafo de arquitectura?
Diría que soy arquitecto y fotógrafo de formación, que siento una profunda vocación por lo que hago, y que en su momento vi en la fotografía de arquitectura una oportunidad para combinar y disfrutar de mis dos pasiones.
2.- Si tuvieras que aconsejar a un fotógrafo iniciado, ¿con muchas ganas de aprender y pasión por la fotografía, que consejo le darías?
La composición suele surgir de manera natural si tienes una base en arquitectura, pero es recomendable continuar formándose en una escuela de fotografía para aprender a dominar y comprender la luz. Sin embargo, si tuviera que dar un único consejo, diría que lo más importante es la determinación: hacer muchísimas fotografías es la mejor manera de progresar. Personalmente, me he equivocado tantas veces que ahora muchos procesos son automáticos para mí.
“Me he equivocado tantas veces que ahora muchos procesos son automáticos para mí”
3.-¿Qué tipo de cámara usas para fotografiar arquitectura? ¿Qué objetivos recomiendas para trabajos de arquitectura?
Una Nikon D850, que es una cámara full frame maravillosa.
Si realmente quieres dedicarte a la fotografía de arquitectura, es imprescindible usar una lente descentrable, no solo porque corrige la perspectiva, sino también porque te permite componer la imagen manteniendo el punto de fuga. Yo siempre recomiendo un 24 mm para fotografías más generales del espacio, ya que no deforma demasiado, especialmente en primer plano. Para encuadres más parciales, usaría un 35 mm o un 50 mm.
“Es imprescindible usar una lente descentrable, no solo porque corrige la perspectiva, sino también porque te permite componer”
4.- Regresamos al principio. ¿Cómo es que un arquitecto se convierte en fotógrafo?
Aunque parezca un poco novelesco, creo que fui primero fotógrafo que arquitecto. El día que empecé a disfrutar de la arquitectura fue con una simple fotografía.
5.- ¿Puedes contarnos sobre esa primera fotografía?
Fue algo muy intuitivo. Para poneros en contexto, yo empecé siendo lo peor de lo peor en mi promoción, y todos sabemos lo difícil que es una carrera de arquitectura, sobre todo por su gran componente subjetiva. Un día, que se me apareció el Señor, tenía que entregar una maqueta a mis docentes Picado de Blas, a quienes quiero muchísimo. Pero como no me apetecía transportarla hasta la facultad, decidí hacer una fotografía. Lo que se suponía, como de costumbre, que iba a ser una crucifixión en clase por mi inaptitud, acabó siendo un reconocimiento con dos orejas y puerta grande. Con ese día, mi mentalidad cambia; ya no enfrentas una entrega como si fuera un juicio sumarísimo. Descubrí en la cámara un medio para seducir al docente y, poco a poco, empecé a jugar con ello
6.- Cuéntanos qué te motivó al final te decidiste por la fotografía de arquitectura. ¿Fue muy difícil la decisión?
Ya en la facultad, varios de mis profesores me pedían que documentara sus obras, y cuando me di cuenta, ya estaba muy inmerso en este mundo. Al final, la fotografía se convirtió en una forma de apreciar la arquitectura.
La decisión fue complicada. Imagínate, recién egresado, con matrícula de honor en el PFC, que no es poca cosa; rechazas varias ofertas de estudios de arquitectura y, finalmente, das un giro de 180 grados. Cuando tienes que empezar a vivir de forma independiente, explicarle a tu entorno que te vas a dedicar a la fotografía es todo un desafío. Lo más probable es que piensen: “Este se ha vuelto tonto”. Y con razón.
“Al final de todo, la fotografía se convirtió en una manera de apreciar la arquitectura”
7.- ¿Cuál ha sido tu encargo más especial?
El Museo Helga de Alvear, diseñado por Emilio Tuñón, fue sin lugar a dudas una gran sorpresa, sobre todo porque no me lo esperaba. También fue muy especial el Estadio de Vallehermoso, obra de los Cano Lasso. Ambos proyectos fueron muy importantes para mí. Realicé los reportajes de ambos cuando apenas era un novato, en mi segundo año como fotógrafo. Creo que todos quedamos muy satisfechos con el resultado.
8.- Emilio Tuñón, Premio Nacional de Arquitectura ¿Qué tal es trabajar con él? ¿Mucha responsabilidad?
Me sentí realmente tranquilo. La arquitectura de Emilio es tan buena que las fotos prácticamente se hacen solas. Además, yo tenía mucha confianza en mi forma de trabajar, y todo salió muy bien. Sin embargo, siempre existe un nivel de responsabilidad. Emilio suele colaborar con un gran fotógrafo español como Luis Asín, y los Cano a menudo trabajan con Iwan Baan, uno de los fotógrafos de arquitectura más reconocidos a nivel internacional. Sabes que el día que ellos te llaman, no puedes fallar. Haber participado en esas dos sesiones fue muy gratificante para mí, porque me dio mucha tranquilidad mental y vi que estaba preparado para trabajar con arquitectos de esa envergadura. Estoy profundamente agradecido por ambas oportunidades.
“Sabes que el día que ellos te llaman, no puedes fallar”
9.- ¿Han sido las obras con más repercusión que has tenido para tu carrera?
Sin lugar a dudas. Publicaron las dos obras en la Monografía de AV España 2019, lo cual me hizo mucha ilusión. Luego, para mi sorpresa, empecé a ver mis fotos en The Guardian, El País, National Geographic y, cómo no, en Arquitectura en Blanco, entre otras muchas. A raíz de esto, el número de reportajes aumentó una barbaridad.
10.- ¿Consideras que tienes un estilo propio o estás tratando de crearlo?
Creo que el estilo no se crea de manera consciente; simplemente se tiene y puede evolucionar con el tiempo. Por ejemplo, al principio llevaba mis fotografías al límite de la exposición sin llegar a quemarlas, y buscaba colores muy vivos. Con el tiempo, siento que ahora hago un uso de la luz mucho más equilibrado y que mis colores son un poco más desaturados. Si te soy sincero, no sé cuál es mi estilo, ni quiero saberlo; me gusta trabajar de forma intuitiva en cada proyecto.
“Creo que el estilo no se forma de manera consciente; simplemente se tiene y puede evolucionar con el tiempo”
11.- ¿Cuál es tu mirada? ¿Tienen algo en común todas tus fotografías?
La primera pregunta está vinculada a la segunda, lo que todas tienen en común es la mirada.
En cuanto a cuál es mi mirada en general, sinceramente, no lo sé ni yo. Lo que si te puedo asegurar respecto a patrones compositivos es que soy partidario de mirar fácil, con composiciones poco forzadas.
“Soy partidario de mirar fácil, con composiciones poco forzadas”
12.- ¿Qué edificio o arquitecto “en Blanco” te gustaría fotografiar? ¿Porqué?
13.-¿Qué retos supone fotografiar Arquitectura en Blanco?
Aunque pueda parecer sencillo, en realidad tiene su complejidad, especialmente si estas en exteriores durante el verano. Las superficies blancas reflejan una gran cantidad de luz y tienes que tener buen control con la exposición y las altas luces de la imagen para no quemarla. Además, es fundamental tener analizado cómo va a interactuar la luz del sol con la arquitectura. Elegir el día y la hora adecuados es clave.
“Es fundamental tener analizado cómo va a interactuar la luz del sol con la arquitectura”
14.- Háblame de la comunicación en el sector de la Arquitectura ¿Qué aporta la fotografía de Arquitectura?
Al final, la fotografía de arquitectura desempeña una función documental, ya sea para el uso interno de un estudio o para su difusión y promoción en diversas plataformas. Es fundamental dar visibilidad a un buen proyecto en redes sociales. En la última década, redes como Instagram han cambiado las reglas del juego, y la comunicación ha adquirido un papel cada vez más relevante en los estudios de arquitectura.
15.- ¿Qué labor realizan las plataformas de publicación de proyectos? ¿En qué punto está la comunicación?
Han facilitado una mayor visibilidad de la arquitectura, eso es obvio, que es fundamental para estudios emergentes que buscan construir una reputación. Realmente los fotógrafos estamos encantados, nos beneficiamos de esto. Lo malo es que con infinidad de posibilidades inevitablemente hay saturación de contenido, por lo que hay que ser originales para conseguir diferenciación.
16.- ¿Cómo utilizas las redes sociales /web como herramienta para comunicar tu trabajo?
Utilizo Instagram para mostrar el progreso diario de mi trabajo. En mi página web, lo que presento es una selección más curada de fotografías que reflejen lo mejor de mi trabajo, un poco pensada para capacitación de clientes potenciales.
17.- ¿Qué futuro prevés a la profesión y cómo crees que puede afectarle herramientas como la IA?
Creo que lo más honesto sería usar la IA solo para eliminar ciertos elementos subversivos inevitables en una obra, pero que no alteran la realidad. Desde mi punto de vista, dibujar sobre la fotografía ya es otra cosa de la que no quiero ser partícipe de manera profesional. Pero te tengo que reconocer que la herramienta es cojonuda.
18.- ¿Qué fotógrafos/artistas te sirven de inspiración?
Ramón Masats, fotógrafo de la vieja escuela, que nos ha dejado hace poco, me parece un espectáculo, un verdadero genio. Os recomiendo su libro Visit Spain.
19.- ¿Qué fotógrafos de arquitectura deberíamos seguir en redes sociales o seguir sus trabajos?
No sé si es necesario recomendároslos, porque son muy buenos y conocidos. De vez en cuando le echo un ojo a Luis Asín, Zarzoso, Salva López y Alejandro Gómez, entre otros.
20.- ¿Cómo es tu relación con los arquitectos que te hacen un encargo?
Me considero un fotógrafo con los recursos y habilidades sociales necesarias para adaptarme a cualquier situación o cliente. Es esencial que las sesiones no se vuelvan tediosas, ya que pueden ser largas. Suelo mantener conversaciones para que los clientes no se desconecten, como si estuviera trabajando en una peluquería.
Al final, una obra es un proceso largo que involucra a muchos oficios, y su desarrollo puede ser muy complejo, desgastando incluso al más paciente. Yo soy el último en unirme a ese proceso. Acompañar al arquitecto en ese momento final es algo muy positivo, ya que para él representa un cierre. En muchos casos, esto lleva a desarrollar una relación cercana, e incluso una amistad.
Sin embargo, cuando he trabajado para grandes marcas como Google o similares, la dinámica cambia: la relación es con un equipo de trabajo y el trato tiende a ser más impersonal.
21.- ¿Tienes libertad para hacer lo que quieras?
Siempre trato de agradar a todo el mundo, pero debo reconocer que los mejores reportajes son aquellos en los que me dan total libertad. Cuando hay un exceso de condicionantes, el trabajo pierde frescura, y honestamente, yo pierdo el interés. En esos casos, prefiero recomendar otra alternativa antes de que todos terminemos insatisfechos. De todas formas, tengo
que decir que tengo mucha suerte con las personas que confían en mí, y estoy muy agradecido por su fe ciega en mi forma de ver las cosas
“Cuando hay un exceso de condicionantes, el trabajo pierde frescura, y honestamente, yo pierdo el interés”
22.- ¿Eres partidario de reportajes amplios en los que se muestren todas las facetas de los proyectos, o de pocas imágenes muy seleccionadas que solo muestren lo mejor del proyecto, y lo que los arquitectos quieren mostrar?
Tengo cierta flexibilidad según las necesidades del arquitecto, aunque mi fotografía está principalmente pensada para difusión en revistas. Si me piden, por ejemplo, hacer fotos de un baño, un contador o un trastero, las hago, pero pido que no se mencione la autoría. Aun así, creo que soy bastante generoso con el material que entrego y no doy pie a que el arquitecto tenga que hacer una selección.
23.- ¿Te dedicas solo a la fotografía de arquitectura o también tienes en mente explorar otros campos?
Actualmente estoy comercializando de forma exclusiva una selección de mi fotografía de viajes. Trato de documentar la belleza de España y otros países con una mirada más personal, sobre todo paisajes, retratos y celebraciones de la cultura popular.
24.- ¿Cómo es tu agenda? ¿Y cómo es un día de trabajo?
Tiene una cosa muy buena: nunca es monótono; la mente está siempre activa. Lo malo es que vas de un lado a otro como un zombi: un día estoy en Barcelona y al siguiente en Cádiz. Y eso sin mencionar que la agenda siempre está cambiando, ya sea por la lluvia, retrasos de otros oficios, espacios que no están listos o cualquier imprevisto. Luego está la postproducción. He desarrollado el hábito de no saber ver la televisión sin estar editando; y ya no hablemos de tumbarme en el sofá. Veo mi casa como un espacio de trabajo.
25.- ¿Recuerdas alguna anécdota curiosa durante las sesiones?
Tengo varias anécdotas con las que podría escribir un libro; de hecho, ya tengo algunos capítulos escritos, como El desencantador de perros, Casa Real viene a verme o ¡Sal de mi casa, pendejo!
Debo decir que soy todo un experto en situaciones bizarras. Cuando suceden, son como si las viviera en tercera persona, contemplándome desde un rincón de la estancia con una pregunta: ‘¿cómo saldrá de esta?’
25.- ¿Cuánto trabajo se lleva a cabo después de una sesión antes de que las imágenes estén listas para publicarse?
La postproducción es la parte más laboriosa del proceso, a menudo tomando el doble o incluso el triple del tiempo que duró la sesión, dependiendo de las condiciones del lugar.
26.- ¿Ayudas a los arquitectos a la hora de difundir los proyectos?
A mí me gusta involucrarme en ese proceso de difusión, siempre que el estudio tenga el material preparado con una narrativa poética y haya una historia detrás.
27.- ¿Qué proyecto te gustaría fotografiar? ¿Y los proyectos de qué arquitecto te gustaría fotografiar?
Me gustaría fotografiar la Johnson Wax de Frank Lloyd Wright como aficionado, pero lamentablemente está prohibido. En cuanto al estudio de arquitectura, me encantaría colaborar algún día con Selgas Cano; su arquitectura, además de ser bella, tiene mucha frescura y me parece muy valiente todo lo que hacen.
28.- De todos estos años, ¿con cuál de tus fotografías te quedarías?
Summer in Tropea.
29.- Para terminar, dinos 4 imágenes de otros fotógrafos que te parezcan interesantes.
Voy a compartir las 4 fotografías que tengo enmarcadas en casa. Una es de Ramón Massat y otra de Sebastião Salgado, dos grandes referencias para cualquier fotógrafo de cualquier disciplina.
Alberto Amores es un fotógrafo español nacido en Marmolejo (Jaén) en 1991. Desde que comenzó su trayectoria en 2017, ha documentado varias obras de diferentes arquitectos reconocidos en España. Su formación académica como arquitecto en la Universidad CEU San Pablo y como fotógrafo en la Escuela de Fotografía y Cine Efti, le ha permitido convertirse en un fotógrafo especializado en arquitectura con numerosas publicaciones en revistas internacionales.