El proyecto arquitectónico de esta casa nació simultáneamente de un vacío y de una danza: el espacio no construido del patio separa y une los dos volúmenes que componen la intervención y que parecen querer comunicarse a través de la danza. La casa buscó crear una relación de diálogo, no solo con el frente urbano en el que se encuentra, sino también con los alrededores inmediatos.
Teniendo en cuenta que esta es una zona en proceso de transformación constructiva y de uso, la premisa básica fue diseñar el edificio en relación con las estructuras preexistentes, pero también, y sobre todo, dotarlo de características que le permitieran dialogar en el futuro con nuevas construcciones vecinas, algo que se confirmó, ya que, en el ínterin, aparecieron nuevos edificios contiguos.
Se decidió integrar piezas de la fachada original en la nueva fachada como si se fijaran fragmentos de la historia. La nueva fachada busca una separación marcada de los dos pisos que componen la nueva intervención: la parte inferior, que preserva partes de la fachada preexistente, está fragmentada a propósito y las superficies tienen diferentes profundidades, relacionándose así con el ritmo de las fachadas de los edificios vecinos preexistentes; el piso superior es claramente autónomo, tanto en términos de proporción como de lenguaje.
Aquí aparece una superficie de lamas verticales que delimitan la fachada pública de la casa, creando un filtro visual entre el espacio público y el espacio privado. En el futuro, estas lamas soportarán un jardín vertical, acentuando el filtro visual, y también funcionarán como un filtro para el polvo y los olores del constante tráfico que se observa en la calle adyacente.
A lo largo del proceso, las curvas surgieron de manera espontánea y ayudaron a resolver el diseño: primero, en la fachada trasera, el dosel vio la necesidad de contornear un árbol existente que se pretendía conservar; con esta forma redondeada, el dosel permite sombrear la fachada, crear un área exterior cubierta útil, en la extensión de la sala de estar y la cocina, y un balcón en el piso superior, al mismo tiempo que parece abrazar el árbol; debido al requisito de una relación formal y estética con el anexo, se propuso el mismo tipo de diseño para su techo, comunicando así el edificio principal y su dependencia de manera coherente e integrada (la danza); otros elementos curvos también aparecen en la losa del patio delantero, donde se crea una apertura sobre la entrada peatonal en la planta baja, lo que permite la creación de un patio semi-cubierto en la entrada de la casa.
Al igual que en la fachada frontal, pero por diferentes razones, la parte superior de la fachada trasera fue revestida con un conjunto de lamas verticales que, a diferencia de las primeras, con una apariencia estática y cerrada, tienen un aspecto dinámico, permitiendo la apertura de los vanos acristalados sobre el patio privado.