En Santa Marinha tuvimos que hacer tres entradas. No recuerdo haber hecho nada de eso, aunque eso es lo que más disfrutamos, dibujar la entrada y también dibujar el terreno. Y siempre es la parte más difícil.
El ejercicio estuvo limitado por una subdivisión urbana.
Se definió la implantación, las distancias y el número de plantas.
Teníamos un rectángulo de 10 metros por 14 metros para ocupar, en dos plantas.
El cliente no quería construir tanta superficie.
La solución fue abrir un patio al sur, para comer área de construcción, iluminar y ventilar la casa.
En la planta 0, con relación a la calle, tenemos las habitaciones, donde hacemos una entrada.
En la planta -1, en relación con la planta de cota más baja, tenemos las zonas comunes abiertas al paisaje, al patio interior y dos accesos. Una entrada por el patio y otra por el salón.
Nunca es recomendable hacer entradas múltiples, por varias razones.
Aquí, aparentemente, lo contrario era válido. Ni siquiera sabemos dónde está la Entrada.