Casa del Rocío es una casa de campo que abraza los elementos y agudiza los sentidos de la naturaleza. Diseñada como una casa de campo moderna situada en la ciudad de Ubon Ratchathani, el diseño sigue el esquema estándar de una casa con patio, con algunos giros adicionales. La casa está diseñada para acercar a los residentes a los elementos naturales y, en el proceso, acercar a la familia entre sí. Los sentimientos de diseño remiten a las tradicionales casas rurales tailandesas, una sensación de lugar que capturan íntimamente al interactuar con los sentidos de la vista, el tacto, el olfato y el sonido. La noción de una casa con patio estándar que mira hacia adentro niega a la arquitectura y a su propietario cualquier relación con el contexto circundante. Esta casa busca conectarse no solo a nivel social con los vecinos, sino también a un nivel fundamental de conexión con los elementos naturales.
Contrario a la vida en la ciudad, donde la segregación es la norma, en el campo, las casas son parte de un vecindario homogéneo. La solución fue permitir que la comunidad viera ciertos espacios y controlar de manera sensible las aberturas y las pantallas de la fachada según las necesidades de los diversos niveles de privacidad, cuidadosamente mantenidos y controlados a lo largo de un delicado acto de equilibrio. El volumen general se divide en volúmenes apilados, reduciendo su impacto visual, dividido en dos bloques principales. El bloque de la sala de estar está junto a la carretera. El bloque de los dormitorios, en la parte trasera del terreno, está protegido por la sala de estar.
El volumen de doble altura tiene vidrio en la parte inferior y es sólido en la parte superior, bloqueando las vistas directas del dormitorio desde la carretera. La fachada regula las vistas hacia el interior de la casa, gestionando diferentes niveles de privacidad durante todo el día. Además de actuar como una pantalla visual, la fachada, cuando está cerrada, actúa como rejas, protegiendo la casa de intrusiones. Hay dos rutas de acceso diseñadas para servir estas dos funciones diferentes. Al recibir visitantes, se accede a la casa a través de una procesión secuencial. El contraste entre las secuencias de acceso demuestra el equilibrio cuidadosamente orquestado para permitir a los propietarios el control total de los espacios privados. La ruta de acceso para los invitados es en gran medida teatral, revelando vislumbres de la vida de la familia mientras se mantiene principalmente en la periferia.
El patio central es un volumen de doble altura, cubierto con un techo perforado con oculus de diferentes tamaños, permitiendo que la lluvia y la luz del sol caigan sobre el follaje y la cubierta del suelo. El patio está diseñado para estar contenido y protegido contra los elementos, pero también tiene aberturas controladas, manteniendo siempre la conexión para que, a medida que transcurre el día, la familia pueda tener una conexión aguda con el clima exterior a través de este patio. El oculus permite que el cálido sol de la mañana brille y cree sombras suaves en el suelo y las paredes. Simplemente abriendo las ventanas por la mañana, se puede oler el rocío fresco de la mañana en las hojas. La fachada permeable permite que el viento fluya hacia el patio y salga por el oculus, moviendo el follaje y creando suaves oscilaciones.
Uno podría acostarse en el suelo y experimentar todos los sentidos a lo largo del día con tranquilidad. El arquitecto utiliza el patio central como un espacio intermediario que conecta todas las funciones de la casa, fomentando el diálogo entre los residentes. El estudio se abre directamente al patio con una pequeña plataforma, proyectada y ligeramente elevada para que los pies puedan colgarse y rozar las hojas sin tocar el suelo. Por otro lado, la cocina tiene una vista completa del patio. El propietario puede cocinar y apreciar los árboles balanceándose suavemente y el sol entrando en el patio por la mañana. En el piso de arriba, en el rellano, hay un pequeño rincón donde la familia puede reunirse fuera de sus dormitorios privados.
La casa es una simple casa de campo, interconectada con la naturaleza, el vecindario y une a la familia. La arquitectura no busca llamar la atención sobre sí misma, solo busca ser un lugar que agudice los sentidos del cliente, un lugar para descansar y disfrutar de la vida de manera simple, en sintonía con la naturaleza.
