
Esta promoción residencial se emplaza en la zona de nueva expansión urbanística de El Limonar, Málaga, junto a un punto estratégico de acceso a la autovía A7, lo que garantiza una excelente conectividad vial. El proyecto sigue las directrices urbanísticas del Plan Parcial, optimizando la volumetría y la implantación de las edificaciones dentro de la parcela, respetando las condicionantes normativas.
El conjunto se compone de tres bloques de edificación de planta baja más dos plantas (PB+2), configurados en disposición de
«L» en la esquina noreste del solar. Esta disposición permite liberar la esquina suroeste para destinarla a zonas comunes ajardinadas y áreas de esparcimiento, priorizando la orientación de las fachadas interiores hacia el sur y sureste, lo que proporciona inmejorables vistas al mar y maximiza la incidencia de luz natural en las viviendas.

La ocupación del terreno se ha limitado al 20%, lo que asegura una baja densidad edificatoria y da protagonismo a los espacios exteriores comunes. El proyecto se articula en torno a tres plataformas que aprovechan la pendiente natural del terreno: una primera plataforma alberga las edificaciones, una segunda se destina a áreas recreativas infantiles y de picnic, y una tercera plataforma se reserva para la piscina y su entorno. Esta disposición escalonada permite una integración óptima con la topografía existente, generando recorridos accesibles y fluidos entre las diferentes zonas.
En cuanto a la materialidad, el proyecto se ha desarrollado bajo los principios de construcción industrializada en seco, optimizando tiempos y garantizando una mayor precisión en los acabados. Se ha trabajado con paneles de GRC (Glassfibre Reinforced Concrete) para las superficies exteriores, combinando su resistencia y precisión con la calidez y textura de la madera natural, aplicada en elementos singulares como celosías y revestimientos. Esta combinación de materiales establece un diálogo estético entre la tecnología y la naturaleza, generando un contraste visual armónico que refuerza el carácter contemporáneo del proyecto sin perder la conexión con el entorno mediterráneo.
Las terrazas se erigen como un elemento central en el diseño de las viviendas, actuando como el verdadero corazón de cada unidad habitacional. En este entorno privilegiado, las terrazas no solo permiten una ampliación del espacio habitable, sino que favorecen una relación directa con el paisaje, el clima y las vistas al mar. La fachada cobra dinamismo gracias al movimiento generado por la disposición rítmica de estas terrazas, apoyadas visualmente por la textura cálida y orgánica de la madera natural. Esta vibración formal dota al conjunto de una fachada viva, donde las sombras y la luz cambian constantemente, enriqueciendo la experiencia visual y espacial de los residentes.

El diseño arquitectónico de las viviendas busca un equilibrio entre funcionalidad y estética, utilizando soluciones constructivas contemporáneas y materiales de alta eficiencia energética que responden a los estándares actuales de sostenibilidad. Los espacios exteriores están diseñados no solo como áreas de esparcimiento, sino también como parte del sistema pasivo de climatización, con vegetación autóctona y áreas sombreadas que contribuyen al confort térmico de las zonas comunes.
Este desarrollo combina un diseño arquitectónico racional y eficiente con una clara apuesta por la creación de espacios libres que favorecen la interacción social y el bienestar de los residentes, en un entorno privilegiado con vistas panorámicas al mar Mediterráneo.