
Benito es la transformación de un antiguo local en desuso en una pequeña vivienda.
La morfología existente de este local, que anteriormente acogió una peletería, supuso el mayor condicionante para la implantación del nuevo programa: una vivienda para dos personas. La planta de este espacio se divide en dos franjas prácticamente igual de anchas: una a cota de calle, con una altura libre de 4 metros, y la otra a la altura de una entreplanta, elevada 180 cm sobre la anterior, facilitando el tránsito de coches por debajo de esta hacia un garaje en los sótanos del edificio.

Estas franjas, de ancho reducido y altura variable, conforman una sección en “L”, lo que obliga a la introducción de una escalera para conectar ambos niveles. La escalera se configura como elemento clave de la intervención, combinando su función conectora con la condición de contenedor que le otorga el espacio vacío bajo sus huellas. En estos espacios se encuentra el almacenamiento para electrodomésticos, alimentos y objetos de limpieza, así como un aseo mínimo, de dimensiones parecidas a los aseos de trenes y aviones. Todo ello se oculta tras unas puertas que adoptan la forma escalonada del perfil de la escalera, haciendo parecer que no existen.
Esta división en dos niveles ayuda también a configurar los distintos usos del espacio, que se disponen en un recorrido que va desde lo más público hasta lo más privado. Este recorrido toma forma de “U”, como un camino que parte del acceso al espacio desde la calle, para volver a la fachada principal en la parte superior tras haber recorrido toda la vivienda.
Los dos niveles desembocan en espacios abiertos al interior de la manzana: uno (el de mayor altura libre, más público) se abre a un patio comunitario; el otro (en la entreplanta, más privado), a una terraza adjunta a la vivienda. Gracias a las aperturas con que cuenta el espacio en fachada, puede realizarse una ventilación cruzada, intensificada por el hecho de que, salvo en el caso de baño y aseo, no hay tabiques que dividan las estancias.

Dado que se trata de un espacio ubicado bajo un gran edificio de viviendas, parte de los techos estaban atravesados por instalaciones comunitarias, conectadas en varias alturas. Con el fin de aislar acústica y visualmente estas instalaciones, se realizó una sección en forma de media bóveda de cañón en la franja pública de la vivienda, otorgándole una irónica monumentalidad a un modesto espacio del sur de la ciudad de Madrid.
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