Escuela Domum está ubicada en la ciudad de Juazeiro do Norte, al sur del estado de Ceará. Es una escuela que abarca desde preescolar hasta la educación secundaria. El programa incluye aulas, una biblioteca, un laboratorio, salas multifuncionales, una cantina, una cancha, un auditorio y áreas comunes, además de los sectores administrativos y de servicio. El edificio de 3,700.00 m² se encuentra en un terreno en esquina con grandes frentes orientados al norte y al oeste.
La implantación se realizó en los bordes del sitio, protegiendo así la fachada oeste y proporcionando sombra al interior de la escuela, donde se llevan a cabo todas las actividades de recreo y ocio de los estudiantes. Las aulas están orientadas al este y al norte, y la cancha deportiva está orientada al oeste, pero está protegida por un techo metálico.
La escuela se distribuye básicamente en tres pisos. La planta baja, que es la de llegada, incluye el acceso principal con la plaza de integración, el auditorio, el sector administrativo y el estacionamiento. El primer piso cuenta con la cantina, la cancha deportiva, las aulas y la sección infantil. El segundo piso, también educativo, tiene aulas, una biblioteca y laboratorios. Este nivel solo se ejecutó parcialmente, con la decisión de completar el programa restante en una futura expansión.
La pendiente de cuatro metros entre el nivel de llegada y el primer piso se superó mediante rampas y escaleras distribuidas en varios niveles, formando un patio central de recreo para los estudiantes. Este patio, de forma irregular, es el corazón de la escuela e incluye, además de una vista de todo el espacio, un pequeño anfiteatro para presentaciones estudiantiles. Debido a su forma inusual, sus rampas muy suaves y sus escaleras, también se convierte en un lugar para que los niños jueguen y exploren.
Todo el conjunto está compuesto por una estructura de pilares, vigas y losas de concreto armado. Las paredes están construidas con ladrillo cerámico y el suelo es industrial en todos los ambientes, excepto en el patio central donde se utilizó un piso entrelazado. Se optó por pintar en colores primarios, amarillo, rojo y azul, para que, junto con el blanco predominante, se pudiera transformar el entorno educativo en un espacio lúdico.
El confort térmico fue una de las principales directrices del proyecto y, para ello, se utilizó una gran protección con tejas metálicas en la fachada oeste, donde se encuentra la cancha deportiva. Elementos metálicos huecos en las áreas de circulación y cobogós de concreto en el techo de los jardines de las aulas en el sector infantil filtran la luz solar, aliviando el intenso calor de la región. En las aulas, se instalaron bandejas de luz que proporcionan iluminación natural. Finalmente, la escuela tiene una relación directa con la calle, estando rodeada solo por una cerca metálica, lo que preserva la permeabilidad visual y del viento, haciendo que sea un espacio muy acogedor para padres y estudiantes.
