Ubicada en Ras-El-Matn, Líbano, la Fundación Saloua Raouda Choucair, nombrada en honor a la pionera del arte abstracto en el Medio Oriente del siglo XX, sirve como un espacio híbrido de almacenamiento y exhibición para las mundialmente reconocidas obras de Choucair.
Al descender hacia la fundación, una cerca de hormigón de 200 metros de largo marca el camino hacia las puertas. Como homenaje a las esculturas apiladas de la artista, la cerca está compuesta por una serie de módulos de hormigón prefabricados, ensamblados para formar un perímetro que guía a los visitantes hacia la entrada.
Al caminar por la puerta y descender una escalera de losas de hormigón, llegamos a la entrada de la fundación, custodiada por una monumental puerta de acero negro. Un letrero grabado en el enlucido del edificio conduce al visitante al salón principal. Al llegar, el visitante es recibido por una escenografía bajo un techo de hormigón de cinco metros de altura, que presenta más de quinientas obras de arte, incluidas pinturas, esculturas, tapices y muebles, mostrando todas las facetas del trabajo de Choucair. Elementos de almacenamiento diseñados a medida participan en la escenografía, sosteniendo y exhibiendo las obras.
Un conjunto de brazos se extiende desde la sala principal, entrelazándose entre los pinos centenarios de la parcela. Al final de cada brazo, una fachada de vidrio del suelo al techo enmarca vistas del paisaje natural circundante, conectando aún más la fundación con su entorno. Dos ventanas estrechas, similares a aspilleras, están colocadas para resaltar respectivamente una gran escultura dentro del bosque de pinos en la parte trasera del edificio y otra escultura en un balcón voladizo en la fachada principal, que mira hacia las partes bajas de la parcela y el valle circundante.
La fachada del edificio está revestida con un enlucido blanco a base de cemento martillado, aplicado a mano, mientras que los marcos de las ventanas conservan un acabado de hormigón en bruto.
El proyecto se integra en el paisaje y minimiza el impacto sobre las características geológicas y naturales existentes. El edificio se asienta sobre columnas de hormigón para evitar grandes excavaciones, lo que permite que las rocas preservadas y los arbustos de roble permanezcan visibles bajo la estructura. Elevar el edificio también ayuda a protegerlo de la humedad.
Dado que el techo es la primera parte visible de la fundación al bajar por la carretera, se decidió cubrirlo con vegetación para integrarlo en el paisaje.
Mientras que las obras más pequeñas de Choucair se almacenan y exhiben dentro del edificio, las piezas monumentales se exhiben en el paisaje circundante, conectadas entre sí a través de un sendero especialmente diseñado que parte del edificio principal.
