El jurado ha anunciado hoy que el arquitecto japonés Riken Yamamoto es el ganador del Premio Pritzker 2024, uno de los galardones más importantes de la arquitectura.
Pertenece a la segunda generación de arquitectos japoneses del siglo XX, en la cual se inscriben también Tadao Ando, Toyo Ito o Kiko Mozuna, que continuó los pasos de la compuesta por Arata Isozaki y Fumihiro Maki, entre otros.
Riken Yamamoto, arquitecto japonés nacido en Pekín en abril de 1945 y afincado desde joven en Yokohama, es el ganador de la edición de 2024 del Pritzker. El jurado ha valorado su arquitectura al servicio de la comunidad, que potencia los espacios de encuentro e interacción, tanto en sus edificios públicos (para escuelas, universidades, museos, ayuntamientos o parques de bomberos) como en las promociones de viviendas particulares. “La arquitectura actual enfatiza la privacidad, negando las necesarias relaciones sociales –sostiene Yamamoto-. Sin embargo, es posible celebrar la libertad de cada individuo mientras se vive juntos en un espacio arquitectónico, fomentando la armonía entre culturas y generaciones”.
La arquitectura del premiado suele caracterizarse por la pureza de líneas, la transparencia, una geometría a menudo esencial, el orden y, como se apuntaba, la búsqueda de los espacios de relación, mediante la atenuación de los límites entre interior y exterior, entre arquitectura y naturaleza.
Como fundador y director del estudio de arquitectura Riken Yamamoto & Field Shop, entre las principales obras de Yamamoto se encuentran Hotakubo Housing (1991) en Kumamoto (Japón), un complejo de 110 unidades que comparten un espacio verde central y adyacencias; el Museo de Arte de Yokosuka (2006), una estructura revestida de cristal con una entrada serpenteante que sitúa muchas galerías bajo tierra para no interrumpir las vistas naturales de la bahía de Tokio; la Biblioteca de Tianjin (2012) en China, un proyecto a gran escala con un diseño cuadriculado que crea una variedad de tamaños de salas de lectura para su colección de cinco millones de libros; y el Círculo del Aeropuerto de Zúrich (2020), un distrito mixto de hostelería, compras y oficinas situado a pocos pasos de la terminal.
El parque de bomberos Nishi (2000), en Hiroshima, es una de sus obras más conocidas, totalmente transparente, para acercar la vida de estos funcionarios a los ciudadanos. También se caracterizan por la transparencia y la elegancia de líneas la Biblioteca de Tianjin (2012) en China, o el Museo de Arte de Yokosuka (2006) o la Universidad de Nagoya (2022).
Con el galardón a Yamamoto, el Pritzker abunda en su tendencia de los últimos años a primar las arquitecturas con inquietud social sobre otras más preocupadas por la resolución formal de cada edificio. Si Shigeru Ban (premiado en 2014) ha destacado por sus edificios para catástrofes naturales; Aravena (2016), por sus viviendas incrementales; Lacaton/Vassal (2021), por sus ingeniosos proyectos de presupuesto ajustado; Diébédo Francis Kéré (2022), por su obra destinada a precarios países africanos; y David Chipperfield (2023), por sus excelentes labores de rehabilitación de viejas construcciones… Yamamoto (2024) es un campeón de la arquitectura concebida como espacio de encuentro e interacción.
Yamamoto es el noveno arquitecto de Japón que obtiene el Pritzker, rompiendo el empate que hasta ahora mantenían en su palmarés dicho país y Estados Unidos, que sigue con ocho laureados y no suma uno nuevo desde la edición del 2005. Reino Unido es, con cinco autores, el tercer país por número de premiados. En España han sido premiados Rafael Moneo (1996) y RCR (2017).
Establecido por Jay Pritzker y administrado por la Fundación Hyatt en los Estados Unidos, el Premio Pritzker honra a arquitectos vivos, independientemente de su nacionalidad, cuyo aporte arquitectónico “ha producido contribuciones consistentes y significativas a la humanidad a través del arte de la arquitectura.”