Con este proyecto de casa de playa con magníficas vistas a la ría de Aveiro (Portugal), el cliente quería satisfacer sus necesidades de un estilo de vida moderno, combinando calidad estética con un diseño minimalista y contemporáneo. La exposición al sol, la luz natural y el paisaje influyeron y definieron el diseño de la vivienda. La proximidad al mar influyó en la elección de los acabados exteriores.
El hormigón, el acero corten y la cerámica garantizan un bajo mantenimiento del edificio. Las lamas cerámicas exteriores son una versión contemporánea que pretende replicar las franjas verticales de los tradicionales “palheiros”, característicos de esta zona. El uso generalizado de acabados cerámicos refleja el deseo del propietario, empresario del sector cerámico.
En el interior, el cliente quería un ambiente confortable, luminoso y que apelara al relax. Para ello se utilizaron ampliamente blancos y beiges, maderas claras y, sobre todo, elementos de madera en bruto, como tallados en un solo tronco. Los acabados de algunas zonas repiten los materiales utilizados en el exterior, fundiéndose con el interior y complementando la vista que permiten los grandes ventanales.
Debido a que la casa también está pensada para albergar a familiares y amigos, se pensaron detalles que permitan que el espacio sea más funcional, y para ello todo el mobiliario fue diseñado y producido a medida para este proyecto. ¿Y quién dijo que la cerámica no puede ser acogedora? Los suelos y acabados son fundamentalmente de este material. Por ello se optó por acabados cerámicos que parecen papel pintado, aportando un inmenso confort al ambiente. Para los aseos de los dormitorios se optó por la cerámica totalmente blanca, trabajando las paredes con piezas de diferentes formas y con diferentes aplicaciones, aportando dinamismo y singularidad a cada una, a pesar de ser muy similares en su distribución.
Una excelente colaboración entre estudios de arquitectura e interiorismo, que se materializó en un magnífico y tranquilo retiro para esta familia.