De antigua librería a nuevo hogar. Esa es la evolución que ha experimentado esta pequeña construcción para adaptarse a las necesidades de una pareja joven que, con ilusión desbordante, afrontó el reto de reformarla y habitarla.
La librería, de herencia familiar, era una construcción sencilla, hecha a la manera tradicional en Andalucía; paredes encaladas blancas, cubierta a dos aguas de teja artesana y un patio al fondo, deteriorado pero con mucho encanto.
Para transformarla, llevamos a cabo cuatro estrategias claras de diseño;
1_Tuvimos claro desde el principio que las fachadas y la cubierta debíamos mantenerlas. La envolvente se encontraba en buen estado y perduraría en el tiempo, por lo que no debíamos preocuparnos demasiado. Quizás solo un poco para ubicar el acceso en fachada en el lado contrario, pues así reduciríamos el recorrido de la vivienda, ampliando los espacios estanciales, los verdaderos protagonistas.
Para evitar el mantenimiento de parte de la fachada y conseguir su protección a pie de calle, propusimos un zócalo de piezas cerámicas curvas, un elemento que la transformaría y que se reconocería como nuevo dentro del conjunto, pero sin restarle sencillez compositiva.
2_Quisimos que el acceso estuviera conectado visualmente con el patio trasero y que este eje atravesara por completo la casa para conseguir una mayor luminosidad y amplitud en el recorrido. Como fondo de perspectiva construiríamos una alberca, con una cascada enmarcada en un muro de piedra, para dar la bienvenida al usuario y aportarle ese toque diferencial de frescura y contacto con el exterior.
3_ En planta baja imaginamos un nuevo cuerpo construido de hormigón anexo a la fachada trasera existente, la cocina, que lejos de ser una estancia compartimentada, participara del salón-comedor con un juego de doble apertura lateral. Se nos ocurrió que un muro que no llegara hasta el techo permitiría alojar la zona de trabajo y de electrodomésticos sin perder iluminación natural ni fluidez espacial. En otras palabras, conseguiríamos así diferenciar los espacios sin perder la conexión entre ellos.
Propusimos un gran ventanal de tres hojas correderas que pudiera abrirse por completo para que la cocina pudiera estar en la terraza o la terraza en la cocina, convirtiéndose así en un porche agradable para las comidas con amigos durante las tardes de verano.
4_En la planta alta, planteamos una “caja” de lamas de madera que albergaría el baño principal, sirviendo además de organizadora espacial y distribuyendo en torno a ella, tres dormitorios y un lavadero que completarían el programa de la casa.
Todas estas ideas pudieron llevarse a cabo y ya se ha habitado una antigua librería…
