
El proyecto tuvo como objetivo la renovación de dos viviendas, en un edificio de una vivienda por planta, con una superficie de 270 m2 cada una. Las viviendas están situadas en la primera y segunda planta y la intervención fue idéntica en ambas.
Como muchos edificios de Lisboa, especialmente los de finales del siglo XIX, el diseño de los apartamentos favoreció la tipología actual, donde los espacios sociales estaban conectados a la fachada de la calle y los espacios privados y servicios se ubicaban en la fachada trasera.

Este edificio, construido en 1889, siguió la misma regla.
En su diseño original, los apartamentos fueron diseñados con el área social al norte y los dormitorios hacia el jardín de Santos y el río Tajo. Una de las primeras cuestiones a resolver fue la intención de cambiar esta condición existente.
El proyecto propuso invertir la tipología para que las áreas sociales aprovecharan al máximo la vista y el espacio de balcón que recorre toda la longitud de la fachada posterior hacia el sur.
Los apartamentos, con excelentes características constructivas y acabados, presentaban varias cualidades que, desde su origen, habían sido anuladas por sucesivas reformas. Una de las cualidades más importantes que buscamos recuperar fue la alineación de los huecos interiores con las seis aberturas de las dos fachadas opuestas, lo que permitía la entrada de luz y ventilación a la casa.

El trabajo de encuesta fue exhaustivo. Se buscaron las alturas de los huecos interiores originales, que habían sido rebajados en intervenciones anteriores, se comprobó la estructura de muros, suelos y techos, se sondearon las yeserías para detectar la existencia de frescos o pinturas murales, se reabrieron huecos que habían sido cerrados, etc.
La intervención interpretó los datos e información preexistentes y a partir de ellos se definió el rediseño espacial.