Primera residencia de una pareja, el Apartamento 114S recibió un proyecto de reforma firmado por el estudio brasiliense BLOCO Arquitetos, de los socios Daniel Mangabeira, Henrique Coutinho y Matheus Seco. El objetivo de los residentes era transformar el apartamento en un punto de encuentro para la familia y amigos. Con esta premisa, el inmueble de tres dormitorios fue totalmente remodelado, creando un gran salón social con solo una suite para la pareja. Ubicado en la Superquadra 114 de Asa Sul, en Brasilia, el apartamento tuvo su área social ampliada y la cocina integrada a la sala.
El inmueble había pasado por una reforma anterior que lo compartimentó excesivamente. Por eso, la intervención realizada por el estudio BLOCO Arquitetos removió varias paredes para integrar la mayoría de los espacios, atendiendo a las demandas de los residentes y revelando parte de la estructura original, como las vigas. El piso de madera, también original, fue retirado, restaurado y reinstalado. Uno de los cambios más significativos fue el cambio de posición de la cocina, ahora totalmente integrada a la sala de comedor y estar, con la inclusión de un espacio lateral de apoyo que cuenta con un armario bodega.
En esta nueva organización, los equipos están parcialmente expuestos, mientras que el refrigerador – el más grande de ellos – fue “escondido” de la vista de la sala, ubicado en el cuarto contiguo, que también funciona como área de servicio. En el diseño, el primer cuarto fue anexado a la sala, mientras que el segundo se transformó en una sala de TV y oficina, con la posibilidad de cerrarse por una estructura de acero y vidrio. El baño de la suite también fue reposicionado y conectado directamente a la fachada ventilada a través de los cobogós del edificio, donde fue posible crear un jardín. Idealizado para recibir el máximo de personas posible, el estar cuenta con dos ambientes distintos, que pueden ser conectados según las necesidades de los residentes. Además de la integración del espacio, destacan la carpintería en freijó y la curaduría del mobiliario.
Entre las piezas, se encuentran los sillones Lia, Mole y Paraty, de Sérgio Rodrigues; los sillones Zeca y las sillas Fina y Zanini, de Zanine Caldas; la mesa de centro Grampo, de Fernando Mendes; y el aparador Vitrola, de Felipe Protti. El proyecto de iluminación también pasó por una intervención sencilla. En el ambiente social, se utilizaron rieles y luminarias de sobreponer, además de dos colgantes Corda, de Guilherme Wentz, sobre la mesa de comedor y lámparas en las mesas laterales. Además, se incluyó una apliqué Dot, de Alessandra Mourão, en el baño social. El resto de la iluminación fue empotrado en el techo. Todo el proyecto de reforma fue inspirado en las características de la arquitectura moderna brasileña, especialmente presentes en Brasilia, presentes en el apartamento. Por eso, la intervención resalta la simplicidad y la ingeniosidad estructural – rasgos comunes de la arquitectura brasiliense.
