El programa de la casa para un hermano, una pareja joven con tres hijos pequeños, fue muy claro y se ajustaba a las expectativas de las viviendas en este tipo de barrios privados. Se planteó una distribución que estableciera una clara distinción entre tres zonas dentro de la casa, cada una con su propósito específico.
1. Área doméstica y enfocada a la vida familiar: Se pensó para ser el núcleo central de la vida familiar. Aquí se encuentra la cocina, el comedor diario y sus expansiones, como la galería y el jardín. Se buscó crear un ambiente acogedor y funcional, donde la familia pudiera reunirse para las actividades diarias. Esta área estaría abierta y conectada visualmente con el resto de la casa, fomentando la interacción y la comunicación de la familia.
2. Área de funcionamiento independiente y para recibir visitas: Esta segunda zona se concibió como un espacio más aislado y tranquilo, destinado tanto al uso diario como para recibir visitas. Acá se ubican, la sala de estar y una sala de juegos o estudio. Se buscó proporcionar un lugar apartado del área familiar principal, donde los miembros de la familia pudieran relajarse, trabajar o recibir invitados.
3. Área privada y de funcionamiento interno: Aquí se ubicarían las habitaciones de los padres y de los niños, así como los baños correspondientes. Además, se incluyo expansiones, para proporcionar espacios al aire libre dentro de esta área privada.