La esencia del proyecto radica en crear una vivienda introspectiva en si misma; preservando cuidadosamente las visuales, abriéndolas intencionalmente hacia espacios controlados con el objetivo de conseguir privacidad y a su vez permitir que la naturaleza coexista en el interior de la vivienda. El proceso proyectual fue abordado desde una instancia lúdica, a través de la búsqueda de diversas propuestas morfológicas, dando respuesta funcional al programa de usos con especial atención en las relaciones espaciales y la convivencia con el entorno circundante.
Para dicho fin se trabajó modelando una serie de prismas macizos, a través de distintas operaciones morfológicas que satisfagan la idea base del proyecto. Un sistema de operaciones de superposición, adición y yuxtaposición de volúmenes compactos comienzan a configurar la morfología como una pieza única. Luego un sub sistema de llenos y vacíos organizan las distintas relaciones de usos y configuran los espacios definitivos. Esta operación de horadar la pieza maciza configura los patios internos que actúan de núcleos articuladores y focos centrales de la vivienda. A su vez, permiten incorporar iluminación natural en ambas plantas fortaleciendo la relación interior / exterior de forma permanente sin perder la privacidad requerida.
En cuanto a la ventilación natural, en ambas plantas, se da de manera cruzada favoreciendo el sistema de refrigeración de la vivienda. En la planta baja funcionan los usos públicos y servicios más requeridos mientras que en la planta superior se desarrollan los dormitorios, sector de estudio y espacio de juegos. El acabado de texturas y colores neutros, con el blanco predominante, y la ausencia total de ornamentos refuerzan la síntesis arquitectónica buscada en su intención proyectual dando lugar a la naturaleza como protagonista del proyecto.
