La parcela para la nueva sede de Cruz Roja en Colmenar Viejo (Madrid), al norte de la región, es el remate de un conjunto de viviendas unifamiliares pareadas. Presenta una fuerte inclinación, con gran visibilidad urbana y unas extraordinarias vistas hacia la ciudad de Madrid desde la cota más alta.
Esta situación proporciona frentes a tres calles con una clara orientación norte-sur en su eje longitudinal, por lo que resulta conveniente orientar el edificio en esa dirección para responder, además de a las condiciones urbanas, mostrando su vocación pública, a las condiciones de soleamiento y hacia la visión lejana de la silueta de Madrid, con sus cuatro torres al fondo. Esta orientación permite, además, aprovechar de manera natural la pendiente de la parcela para organizar el programa en dos niveles y resolver el aparcamiento bajo el nivel superior.
Así, el edificio cuenta con dos accesos diferenciados, uno para vehículos en el nivel inferior y otro peatonal en el superior, donde se desarrolla la mayor parte del programa público. De esta manera, evitamos la construcción de un sótano, con el consiguiente ahorro económico, al mismo tiempo que mejoramos el comportamiento del edificio, reduciendo la huella de contacto con el terreno.
La estructura se resuelve con muros y losas de hormigón blanco, empleando un molde de poliuretano por la cara exterior en forma de estrías o nervios verticales, que permite la integración de la cerrajería que protege los huecos mediante perfiles de aluminio de la misma sección y ritmo, a modo de celosías. El volumen se comporta como un tubo estructural continuo, apoyado sobre dos únicos pilares, generando amplios voladizos.
Esta estructura a modo de tubo, que también es cerramiento, se abre al sur a través de una terraza que ocupa todo el frente y resuelve su fachada retranqueada mediante carpinterías de madera y vidrio de suelo a techo para permitir, simultáneamente, magníficas vistas y el control solar necesario. Así, la terraza integrada en el edificio forma parte del paisaje exterior y permite realizar actividades al aire libre en continuidad con los espacios interiores.
Todas las decisiones descritas contribuyen a la mejora de las condiciones térmicas y de la eficiencia energética del conjunto, empleando medidas pasivas como respuesta al contexto.
El carácter abierto, transparente, fluido y continuo del proyecto, aspira a contribuir y a facilitar la importante labor de integración social que desarrolla Cruz Roja.
