Los arquitectos reconocen desde hace tiempo la importancia de redescubrir y potenciar la arquitectura vernácula, parte vital del patrimonio nacional. Tras una serie de exploraciones de campo, Giuseppe Pagano la denominó «arquitectura rural» para diferenciarla de la arquitectura moderna. Pagano fotografió y analizó meticulosamente estas estructuras rurales, revelando las tradiciones culturales del lugar y la fragilidad de sus estructuras espontáneas.
Partiendo de esta idea, el proyecto Casa Plana se ubica a las afueras de Padua , enclavado entre el vasto horizonte del Valle del Po y el extenso paisaje urbano de la región del Véneto, conocido como “città diffusa”. Desde el inicio del proceso de diseño, el objetivo ha sido elevar lo cotidiano y establecer una conexión auténtica con el contexto circundante. El proyecto se centra en la transformación de las estructuras existentes. Antiguas casetas de herramientas, previamente dispersas de forma desordenada por el terreno, se han demolido para dar paso a un nuevo edificio, reorganizando el espacio de forma más cohesiva y armoniosa.
Desde la distancia, Casa Plana se caracteriza por su amplia cubierta que protege tanto las zonas de estar como el porche, diseñada para evocar los tradicionales umbrales sombreados de las “barchessa” venecianas. Si bien la cubierta desempeña un papel clave en la definición del carácter del edificio, la fachada lineal está marcada por pilares de acero en forma de “V” que cumplen funciones tanto estructurales como funcionales, ampliando el espacio interior y proyectándolo hacia el exterior. La transición fluida entre el suelo de hormigón y la cubierta de madera refuerza aún más la conexión entre el interior y el exterior, fomentando una estrecha relación con el jardín circundante.
En el corazón de la casa se encuentra una espaciosa sala de estar de doble altura que sirve como centro de la vida doméstica. La entrada, la sala de estar y la cocina se integran a la perfección en un espacio flexible, diseñado para reuniones sociales y actividades cotidianas, desde cenas hasta juegos infantiles y momentos de tranquilidad contemplando el paisaje circundante. Los tragaluces realzan aún más la conexión con el exterior, permitiendo que la luz natural inunde el interior.
Las dos zonas de descanso, cada una con su baño, se ubican en ambos extremos del núcleo central. El dormitorio principal se sitúa en el lado oeste, y la zona infantil, compuesta por tres habitaciones compactas, se ubica en el lado este. Esta zona infantil incluye un pasillo que también funciona como espacio adicional de juego y socialización. El diseño de Casa Plana revitaliza lugares que antes solo tenían fines prácticos y funcionales, dando la bienvenida a nuevos habitantes. Esta transformación es el resultado de una investigación de diseño que realza el valor de la vida cotidiana, revitalizando lo que antes se consideraba carente de valor estético.
